Los anfitriones organizadores de este Coloquio nos han solicitado reflexionar sobre "la apropiación de la cultura, los derechos de propiedad intelectual, la cultura libre y las prácticas políticas en torno a la defensa de los bienes comunes". Una gama de conceptos-temas de gran profundidad y complejidad, que nos obliga a pensar en multiples dimensiones, ya que la incorporación de la noción de "apropiación cultural" a este debate nos trae a colación toda la reflexión de la Antropología Cultural y sus maneras de atender esta problemática, que ahora debemos sumar a los otros temas que habitualmente estamos acostumbrados a incluir en el debate sobre "cultura libre y propiedad intelectual".
Pero lejos de causarnos un problema, la incorporación de este concepto de "Apropiación" nos parece muy pertinente respecto de una discusión que se ha mantenido presente en algunos ambientes por casi una década, y que por cierto, se relaciona directamente con el tema de "las prácticas políticas" que se están empleando para defender "bienes comunes". Nos referimos al debate que podemos llamar: "capitalismo cognitivo versus sociedad red libertaria". Un debate que curiosamente se da en ambientes con ciertos grados de analfabetismo digital (me refiero al manejo de destrezas técnicas), entre actores sociales diversos, entre ellos, quienes tienen vocación por defender bienes comunes.
Un alcance. Por el riesgo de alejarnos un poco de la línea reflexiva solicitada por los organizadores, diremos en formato twit que la noción de "Apropiación" tiene un sesgo positivo, en la medida en que puede ser entendido como "un algo que visualizamos allá afuera e incorporamos en nuestra cultura, por considerarlo positivo o necesario". Esto implica, de alguna manera, que implícitamente dejamos de lado la problemática que ha operacionalizado la Antropología Cultural con lo de la "Aculturación" (choque de dos culturas donde una se impone y reemplaza a la otra). Para nosotros, en la idea de Apropiación hay implícito un gesto político que va en una dirección positiva.
En este contexto, vamos a formular una primera tesis: A mayor grado de analfabetismo digital (falencias en destrezas técnicas), mayor preeminencia de argumentos en torno a la visualización de Internet como un arma del capitalismo cognitivo.
Para aclarar esto, podemos ejemplificar: para un hacker que es capaz de penetrar en sistemas web de por ejemplo el Departamento de Estado, comunicarse de manera encriptada con sus pares, navegar de manera anónima en Internet, explotar cuanto recurso se encuentre a la mano (por ejemplo, envio masivo de spam desde servidores vulnerables) liberar documentación científica de pago poniéndola en el dominio público, etc., etc. la idea de que Internet es un instrumento del capitalismo cognitivo puede ser hasta risible. Por el contrario, para un usuario novato, que da sus primeros pasos en redes sociales, que no distingue bien entre dirección de correo electrónico y dirección URL, y que a la vez, ha sido un férreo defensor de los "derechos ciudadanos" toda su vida, la idea de Internet como un territorio hostil es completamente plausible.
En el año 2005 realizamos un gran evento llamado "Encuentro Mayo. Apropiación social de las nuevas tecnologías". Y en ese mismo año, Manuel Castell realizaba en el Foro Social de Porto Alegre una conferencia dejando meridianamente claro algo que ya todos sabíamos: Internet fue creado por personas, muchas de ellas llamadas hackers, que fueron quienes dieron finalmente el carácter de red comunicacional que tiene hasta nuestros días. Que la revolución tecnológica y la sociedad red son dos fenómenos concomitantes pero no causantes uno del otro. Que la información es poder, pero la comunicación es contrapoder.
Es efectivo que EEUU utiliza la red para espiar a cuanta persona, institución y gobierno que estime conveniente (que no use sistemas encriptados eficientes). Pero tambien es cierto que ha sido gracias a Internet que tenemos acceso a miles de documentos secretos, que han sido liberados al dominio público. En ese sentido, y esto lo digo con un leve tono irónico, ¿a quienes más que a nosotros nos sirve el espionaje, si después tenemos información de primera mano para conocernos mejor?. Al margen de la broma, el espionaje electrónico debe ser denunciado, rechazado y prohibido, pero no podemos pensar que por el hecho de que exista debemos abandonar los "espacios públicos" que con premeditación o sin premeditación se han establecido en los escenarios de comunicación global y que utilizamos para nuestro beneficio social, económico y politico.
Ah, pero "en ambientes como facebook, twitter hay una lógica y una arquitectura que implícitamente promueve un modelo de sociedad, que es una sociedad capitalista". Puede ser. Pero aquí justamente volvemos a la idea de la "apropiación" y a la capacidad de la persona de utilizar el medio, según sus propios intereses. Ya sabemos que las personas anulan de su campo visual la propaganda contextual en sitios web de arquitectura fija; ya sabemos que para cada servicio o recurso web siempre hay varias formas de hacking popular y libertario. Cuando el usuario sube la imagen con el afiche de "la marcha del sábado", etiqueta a los amigos que tienen muchos seguidores, y un servicio ideado para "etiquetar al amigo con el que anoche nos emborrachamos" se usa también para difundir una actividad política, que puede ser incluso "antisistémica". Hoy podemos hablar tranquilamente de la práctica masiva de "hacking ciudadano".
La Apropiación de las tecnologías se realiza en este momento, y de manera exponencial. Cuando el usuario descubre las potencialidades, pasa de una visión de Internet como territorio hostil, a un medio conveniente para la lucha. Por cierto que los allegados a Internet - las corporaciones y los gobiernos - tienen poder y lo utilizan. Pero tambien es cierto que han tenido grandes caídas y están conscientes de muchos temas adversos. Por ello, ahora mismo se encuentran tramitando nuevas normativas para intentar controlar más eficientemente lo que aún no han podido controlar: la red de comunicación global más grande en la historia de la humanidad.
Evidentemente, la libertad de Internet como espacio privilegiado para la libre circulación de conocimiento común y abierto, no es gratis y no es eterna. Pero hay cosas que aún dependen de nosotros. Por citar solo algunos ejemplos: la promoción a nivel masivo de sistemas de encriptación, nos puede permitir determinar a nosotros qué información le vamos a dar al gran hermano, o la red de fibra óptica suramericana que promueve UNASUR nos puede permitir terminar con la dependencia de EEUU respecto de sistemas DNS y flujos informacionales, todo ello para avanzar hacia la conformación de un ciberespacio indo-afro-latinoamericano-caribeño, como una segmentación posible de este nuestro querido planeta.
Nosotros sabemos que Facebook tienen millones de clientes cautivos a los cuales ofrecer propaganda al mismo tiempo de usufructuar de los contenidos que esos mismos clientes publican. Pero tambien sabemos, mirado esto desde el punto de vista histórico, que Facebook ha sido un gran laboratorio global que nos ha mostrado a todos nosotros - en la práctica - el poder que adquirimos cuando trabajamos en red y de manera colaborativa. Que si nos iniciamos publicando información de mucho interés privado, hoy le dedicamos una gran cantidad de espacio a publicar mucha información de interés público. Ha sido un lento proceso de crecimiento y madurez, como es habitual en cualquier cerebro inteligente. Y seguiremos madurando. Aún hay generaciones que deben enfrentar esto. Las redes sociales privativas son un territorio a ser hackeado y a ser utilizado en nuestro beneficio, mientras dure. La variable independiente que opera en todo esto es nada más ni nada menos que nuestra conciencia. Nuestra conciencia individual y nuestra conciencia colectiva. De esto dependemos. Tal vez pueda servir de algo "apropiarse" de la cultura hacker. Es libre.
La invitación, por tanto, es primeramente asumir el compromiso de defender un bien común nuevo: nuestra intersubjetividad objetivada que se despliega en ese sexto continente, que debemos seguir llamando ciberespacio.
¿Sobre el derecho de propiedad intelectual?. Dediquemonos a crear arte y cultura nuevos, pero que desde la partida sea libre, copyleft. Avancemos en la calidad de nuestra producción, abramos nuevos espacios, nuevas redes, nuevos ambientes para promoverlos, asociémonos entre varios, creemos autores colectivos, masivos. Resistamos la tentación de pasar al mundo privativo la obra "que tuvo éxito". Ese es, hoy por hoy, el gesto del verdadero artista. Les puedo asegurar que en la sociedad copyleft, mientras más se dá, más se recibe. Despleguemos nuestro ego en la forma de Yo-soy-Nosotros. Y si algo bueno aparece desde la "industria cultural", bueno, ya sabemos lo que podemos hacer, ya sabemos cuanto nos cuesta...
Muchas gracias.