cuando pasan los años, y de pronto te encuentras transitando en un cierto tipo de ocaso de tu vida, te pasas encontrando con la música, y te emocionas a cada rato. Cuando miras la serie sobre Los Prisioneros, cuando miras la serie sobre Fito Paez, o con cosas como el tributo a George Harrison, o el recital de Silvio en Chile, ese al cual tú fuiste... o la música de tus primeros años, que escuchaste en la radio de la nana, o de la cebollera de tu tía, o esa en inglés que sonaba por ahí en cualquier parte, como en los programas de la tv, festivales de la canción... Luego en tu radio cassette, la del renacer contestatario, los Bee Gees, la que te hizo bailar, o aquella como la del cine: banda sonora de Gandhi, de la Misión, tus primeras escuchas de The Wall, Queen en Wembley... en fin tanta música que vuelves a escuchar, y te emociona... por la música claro, pero también, por darte cuenta que vibraste en cada experiencia, y que fusite parte de una historia.

Ahora los dejo. Deambularé por los intersticios de la deep web, altivo y arrogante, belicoso y obsceno, para con los del establishment. Sentado en mi terraza, en calsoncillos, mirando el ocaso de la natura, y también, por qué no, de quienes ya tú sabes, mi elmano.