Aquí, reportándonos desde algún lugar de la cordillera Pehuenche.
Somos el último destacamento del ejército jamás ganador nunca victorioso.
No tenemos ni una sola felicitación, premio, condecoración o medalla.
Hemos perdido hasta la esperanza. Todos los demás ganaron alguna batalla.
Por eso es que somos el mejor ejército del mundo.
Ya no tenemos municiones aún así seguimos, disparando poesía.
Nos han matado miles de veces aún así, seguimos hasta que no quede ninguno de nosotros.
Sabemos que - uno a uno - iremos cayendo antes de alcanzar cualquier victoria.
Lo curioso es que en nuestras filas nunca tuvimos desertores.
Por eso es que somos el mejor ejército del mundo.