Te amaré
por todo el tiempo que me queda de vida
en la distancia y en el silencio
te amaré.
Y cuando muera
te seguiré amando
por todo el tiempo que te quede de vida
y si es posible
te visitaré, para besarte en la frente
en noches de truenos y lluvia
y en las mañanas de soles rojos y lágrimas de miel
y si fuera posible
te protegeré de todos los males
como un ángel de la guarda
que es capaz de cambiar el mundo
para que seas feliz
y me haré notar, de alguna manera
por ejemplo, cuando logres una obra maestra
o alcances la conexión, al bailar
o cuando ames... ahí nos encontraremos
y también cuando las cosas sean difíciles
o muy complicadas,
ahí estaré apañando
en todos esos instantes podrás encontrarme
seré tu refugio perdido en la montaña
que podrás visitar cuando quieras
incluso, con solo el pensamiento
y cuando mueras
te recibiré
para llevarte a recorrer
todo un universo
que construiré
mientras te espero.